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sábado, 9 de octubre de 2010



Profeta de mis fines no dudaba
del mundo que pintó mi fantasía
en los grandes desiertos invisibles.

Reconcentrado y penetrante, solo,
mudo, predestinado, esclarecido,
mi aislamiento profundo, mi hondo centro,
mi sueño errante y soledad hundida,
se dilataban por lo inexistente,
hasta que vacilé cuando la duda
oscureció por dentro mi ceguera.

Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo,
entre las dos tinieblas, definía
una ignorada juventud ardiente.
Encuéntrame en la noche. Estoy perdido.

Manuel Altolaguirre en "La lenta libertad"

2 comentarios:

  1. A Manuel Altolaguirre se le consideró el pariente pobre del 27 aunque tiene grandes hermosuras como este poema.

    Te dejo este poema

    "¡Qué sola estabas por dentro!

    Cuando me asomé a tus labios
    un rojo túnel de sangre,
    oscuro y triste, se hundía
    hasta el final de tu alma.

    Cuando penetró mi beso,
    su calor y su luz daban
    temblores y sobresaltos
    a tu carne sorprendida.

    Desde entonces los caminos
    que conducen a tu alma
    no quieres que estén desiertos.

    ¡Cuántas flechas, peces, pájaros,
    cuántas caricias y besos!"


    Beso/Manuel Altolaguirre

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