Seguidores

sábado, 11 de diciembre de 2010

la tarde



Cruzas por el crepúsculo.
El aire tienes que separarlo
casi con las manos
de tan denso,
de tan impenetrable.
Andas.
No dejan huellas tus pies.
Cientos de árboles
contienen el aliento
sobre tu cabeza.
Un pájaro no sabe que estás allí,
y lanza su silbido largo
al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color:
es como el eco del mundo.
Eco distante
que tú estremeces,
traspasando las últimas fronteras
de la tarde.

Ángel González

1 comentario:

  1. Que mejor comentario que dejarte un espléndido poema del gran Ángel

    "Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.

    Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
    Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
    Las estrellas tan altas son destellos de hielo.

    Helado está también mi corazón,
    pero no fue en invierno.
    Mi amiga,
    mi dulce amiga,
    aquella que me amaba,
    me dice que ha dejado de quererme.

    No recuerdo un invierno tan frío como éste."


    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar