Seguidores
lunes, 30 de abril de 2012
No lamento tu ausencia, no me alegro tampoco:
esta paz de tenerte como siempre en las manos
es parte de mi amor,
de este nuevo sentido que has puesto en mis sentidos,
y no es que estés muy lejos,
es que madura lento lo que más nos importa
y el tiempo y el espacio son frutas delicadas.
Jesús Aguado en "Semillas para un cuerpo"
sábado, 28 de abril de 2012
De las ciudades invisibles
Las ciudades
y los intercambios.
Eufemia
A
ochenta millas de proa al viento maestral, el hombre llega a la ciudad de
Eufemia, donde los mercaderes de siete naciones se reúnen en cada solsticio y
en cada equinoccio. La barca que fondea con una carga de jengibre y algodón en
rama volverá a zarpar con la estiba llena de pistacho y semilla de amapola, y
la caravana que acaba de descargar costales de nuez moscada y de pasas de uva
ya lía sus enjalmas para la vuelta con muselinas doradas. Pero lo que impulsa a
remontar ríos y atravesar desiertos para venir hasta aquí no es sólo el trueque
de mercancías que encuentras siempre iguales en todos los bazares dentro y
fuera del imperio del Gran Kan, desparramadas
a tus pies en las mismas esteras amarillas, a la sombra de los mismos toldos
espantamoscas, ofrecidas con las mismas engañosas rebajas de precio. No sólo a vender
y a comprar se viene a Eufemia sino también porque de noche, junto a las
hogueras que rodean el mercado, sentados sobre sacos o barriles o tendidos en
montones de alfombras, a cada palabra que uno dice –como “lobo”, “hermana”, “tesoro
escondido”, “batalla”, “sarna”, “amantes”- los otros cuentan cada uno su
historia de lobos, de hermanas, de tesoros, de sarna, de amantes, de batallas.
Y tú sabes que en el largo viaje que te espera, cuando para permanecer
despierto en el balanceo del camello o del junco se empiezan a evocar todos los
recuerdos propios uno por uno, tu lobo se habrá convertido en otro lobo, tu
hermana en una hermana diferente, tu batalla en otra batalla, al regresar de
Eufemia, la ciudad donde se cambia la memoria en cada solsticio y en cada equinoccio.
De las ciudades
y la memoria.
Diomira
Partiendo
de allá y andando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en
Diomira, ciudad con sesenta cúpulas de plata, estatuas de bronce de todos los
dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo de oro
que canta todas las mañanas en lo alto de una torre. Todas estas bellezas el
viajero ya las conoce por haberlas visto también en otras ciudades. Pero es
propio de ésta que quien llega una noche de septiembre, cuando los días se
acortan y las lámparas multicolores se encienden todas a la vez sobre las
puertas de las freidurías, y desde una terraza una voz de mujer grita: ¡uh!,
siente envidia de los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y
haber sido aquella vez felices.
Italo
Calvino en “Las ciudades invisibles”
jueves, 26 de abril de 2012
De película
El
día que me enamoré de Paul Newman
Él
se tiró por un desfiladero
Pero
no lo hizo por mí
Tampoco
por Liz Taylor
Ni
siquiera por Joanne Woodward
Fue por culpa del dinero
Fue
por el puto dinero
Pero
igualmente
Sigo
enamorada de Paul Newman
Mientras
él se dedica
A
hacer trampas o se emborracha
con gatas por el tejado
con gatas por el tejado
Juega al billar y a desentrañar
Veredictos
finales
Y
recorre sin mí su particular
Camino
a la perdición
Yo
sueño que salta al vacío
Para
salvarme.
Se
salvó él,
debería
bastarme.
Monalisa
lunes, 23 de abril de 2012
Citas
La rosa
En la entrada "primeras frases", ya mencioné mi
especial gusto por aquellos libros que comienzan con citas memorables escogidas por sus autores, y sugerí que tal vez
habría una próxima publicación con algunas de ellas. Aquí os dejo unas cuantas
de las que me gustan. No están todas las
que son, pero son todas las que están.
Hoy, en el día del libro, me ha parecido una fecha propicia para
decorar el tiempo con algunos de estos párrafos.
Por supuesto, y como siempre, se admiten todas las sugerencias.
Cita de Luis Béjar en “La razón de las piedras”:
“La muerte invade
De vez en cuando el
sueño
Y hace sus cálculos”
-M. Benedetti-
***
Cita de E. Vila-Matas en “El mal de Montano”:
“¿Cómo haremos para
desaparecer?”
-Maurice Blanchot-
***
Citado por Henry Miller en “Primavera Negra”:
“¿Soy como yo creo
ser o como los demás creen que soy?
Aquí es donde estas líneas se vuelven una
confesión, en presencia
de mi yo desconocido e incognoscible, desconocido e
incognoscible
para mí mismo. Aquí es donde creo la leyenda tras la cual me
oculto.”
-Unamuno-
(esta cita ha sido una de mis imprescindibles desde hace años)
***
Cita de Pierre Michon en “Los Once”:
“Es un goce inmenso
elegir domicilio en la cantidad”
-Baudelaire-
***
Citado
por Antonio Gamoneda en “Cecilia”:
“La
luz es el primer animal visible de lo invisible”
Lezama Lima-
***
Cita de Truman Capote en “Los perros ladran”:
“Los
perros ladran, pero la caravana avanza.”
Proverbio
árabe
***
Cita de Antonio Soler en “Lausana”:
“Quien recuerda miente”
-Caballero Bonald-
***
Philip
Roth en “El animal moribundo”:
“El
cuerpo tiene la biografía tanto como el cerebro.”
-Edna
O’Brien-
***
Citado
por Jorge Luis Borges en el relato “El milagro secreto”
“Y
Dios lo hizo morir durante cien años
Y
luego lo animó y le dijo:
-
¿Cuánto
tiempo has estado aquí?
-
Un
día o parte de un día – respondió.”
Alcorán, II, 261
***
Cita de Doris Lessing en “De nuevo, el amor”:
“Una
tenía la cara bonita,
Y
una o dos había encantadoras,
Pero
importan muy poco encanto y cara,
Si
ni la misma hierba en la montaña
Apenas
puede conservar la forma
De
donde ha estado la liebre tendida.”
-W.B. YEATS, “Recuerdo”-
***
Citado
por Philipe Claudel en “El informe de Brodeck”:
“No
soy nada, lo sé;
Pero
completo mi nada
Con
un poco de todo.”
-Victor Hugo “El Rin”-
***
Citas de Dulce Chacón en “Blanca vuela mañana”:
“Abre
tus ojos verdes, Marta,
Que
quiero oír el mar.”
-José Hierro-
“Náufrago fui, antes que navegante”
-Séneca-
***
Citado
por Eduardo Mendicutti en “California”:
“Las palabras me han salvado siempre de la
Tristeza”
-Tuman
Capote-
***
Citado
por Antonio Skarmeta en “La boda del poeta”:
“¡Cuántas
cosas se agitan en el corazón de una mujer que no son para ser mostradas a la
clara luz del día.”
-Heinrich von Kleist-
***
Citado
por Roberto Bolaño en “Estrella distante.”:
“¿Qué
estrella cae sin que nadie la mire?”
-William Faulkner-
***
Citado
por E. Vila-Matas en “Bartleby y compañía”:
“La
gloria o el mérito de ciertos hombres consiste en escribir bien;
el de otros
consiste en no escribir.”
-Jean de la
Bruyère-
***
Citas
de José Mª Álvarez (tiene tantas, en todos sus libros, que se confunden con los
textos propios, y todas maravillosas)
En
“Los decorados del olvido”:
“Los
caminos de Méséglise y de Guermantes
El
modo de ser con que nacemos
Y
el modo de ser que adquirimos.”
-George D. Painter-
“Sentía
esa ternura mezclada de melancolía que percibimos en un pasado ya vivido, o
cuando volvemos a descubrir olvidadas semejanzas con nosotros en la delicada,
pálida sombra que, surgiendo de ese pasado, aparece con flores muertas en las
manos.”
-Robert Musil-
“El
conocimiento se obtiene mediante el olvido”.
-Thomas Browne-
En
“Museo de cera”:
“Hermoso
y cierto cielo, contempla cómo cambio.”
-Paul Valéry-
“…
aquellos días azules y aquel sol de la infancia.”
- Encontrado en un bolsillo del abrigo de don
Antonio Machado poco después de su muerte. Posiblemente su último verso-
“Querida
mía, este año no hubo primavera
…
ni risas ni metamorfosis”
-André Gide-
“Soy
incapaz de enternecerme con los vegetales.”
-Charles
Baudelaire-
“Querida
imaginación, lo que amo sobre todo en ti es que no perdonas”
-André Breton-
“Acuérdate
siempre que eran tres mil y los echaron al mar”
-Gabriel García Márquez-
“La
poesía,
Toda la poesía,
Es
un viaje a lo desconocido"
-Vladimir Maiakovski-
“Lo
que yo quiero es que te quieran
Y
que no conozcas la muerte”
-Pablo Neruda-
“No
le sacarán del borrador de su locura;
es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos”
es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos”
-Miguel de Cervantes-
“El
ocaso está histórico”
-Juan Ramón Jiménez-
“Miradlos
llenos de amor, ebrios de felicidad y alegría.
Alegría,
gentiles amigos! Que ella y una fresca Primavera de amor
Acompañen
vuestros corazones.”
-William
Shakespeare-
Con
este deseo os dejo, por hoy.
Y el libro
Monalisa
sábado, 21 de abril de 2012
fruto
LA OFRENDA
Mi amada es una tierra agradecida.
Jamás se pierde lo que en ella se siembra.
Toda fe puesta en ella fructifica.
Aun la menor palabra en ella da su fruto.
Todo en ella se cumple, todo llega al verano.
Cargada está de dádivas, pródiga y en sazón.
En sus labios la gracia se siente agradecida.
En sus ojos, su pecho, sus actos, su silencio.
Le he dado lo que es suyo, por eso me lo entrega.
Es el altar, la diosa y el cuerpo de la ofrenda.
Gabriel Zaid en "Seguimiento"
jueves, 19 de abril de 2012
Baladas
Ola helada, en la Antártida
Tembló el mar como una golondrina cuando por fin comprendimos que no podíamos hacer otra cosa sino vivir. Pero las ciudades estaban lejos y, como si una gran helada hubiera caído a mis espaldas y me fuera imposible regresar, no puedo decir cuántos días tardé en averiguar que todas las calles desembocan en los muelles y qué triste es tener que abandonar las casas para que las paredes y los libros no nos vean llorar.
* * *
Me gustaría estar con todos en todas partes escuchando una bella melodía: que hay que vivir, amigos, que hay que vivir, aunque sea cierto que morimos en un banco del paseo una tarde de invierno, con el corazón encogido, intentando aprender a pronunciar la palabra amor.
* * *
EPÍLOGO II
A Rossy Brown se le hizo un trasplante de corazón y siguió enamorada de Todos los Hermanos Valientes. Del que murió siempre guardará un buen recuerdo: fue quien se prestó a la operación de trasplante para que Rossy Brown pudiera seguir enamorada de Todos los Hermanos Valientes.
Ana María Moix en "Balada del Dulce Jim"
miércoles, 18 de abril de 2012
palabras contigo
Fotografía de Rodney Smith
BAUTIZADORA INCOMPARABLE
Eres misteriosa y hermosa
igual que la palabra Origen
eres milagrosa y rotunda
igual que la palabra Plenitud
eres poderosa y veloz
igual que la palabra Energía
eres lúbrica y eres solar
igual que la palabra Verano
Tú eres el lenguaje profundo
Contigo todo tiene nombre
Felix Grande en "Las rubáiyátas de Horacio Martín"
lunes, 16 de abril de 2012
días
Te
invito a mi soledad
(tan concurrida)
para
hacerle un cerco a la noche.
Hay
días que te busco y no te encuentro.
Hay
días en que te busco y te veo
te
leo en todas las señales.
Y
hay días
(son
los más)
en
que sin buscarte
estás
aquí, tan presente
en
cada esquina
en
cada sombra
en
cada nube
en la
lluvia que te anuncia
y en
cada letra que nunca dices.
Esos
días son los que más me gustan.
Los
que quieren llegar a ti con vocerío
se
quedarán siempre en las lindes.
Porque
entendí muy tarde que
a ti
se llega por caminos de silencio
por
los menos transitados.
Que
sobran las palabras y que
a menudo
son engañosas.
Tardo
tanto en aprender las cosas…
Igual
que esa saliva dulce
que
precede siempre a la angustia
hay
días en que te precede
una
luz de azul nostalgia
de
ceniza anunciadora
para
que yo sepa que
tras
esa transparencia iluminada
llegas
tú
siempre
llegas tú.
Porque
estás dentro de mí
allá
donde voy
y
traes el pan de cada día.
Pero
eso
(como tantas cosas)
lo
aprendí muy tarde.
Monalisa
domingo, 15 de abril de 2012
pájaro, flor, violín
Ayer, viendo la exposición de Marc Chagall en el Museo Thyssen, llena de pájaros, violines, flores, y amor (mucho amor); me vinieron a la memoria estos versos de Juan Gelman, que hoy he buscado para dejarlos aquí.
"El violinista azul" de Marc Chagall
Epitafio
Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.
Juan Gelman
jueves, 12 de abril de 2012
sutileza
MADRE
¿Has visto alguna vez a tu vieja madre
en el momento en que te hace la cama,
extiende, estira, remete y acaricia la sábana,
para que no quede ni una sola molesta arruga?
Su respiración, el gesto de sus manos y sus palmas
son tan amorosas
que en el pasado siguen apagando el incendio de Persépolis
y en el presente aplacan ya alguna tempestad futura
en el mar de China o en otro hasta hoy desconocido...
Vladimir Holan en "La gruta de las palabras"
estéril arrogancia
IMPRECISIÓN
"... cuando en lo que nosotros piensa
sólo está sintiendo"
José Saramago
Anochece sin color.
Protegida por el fieltro
oscurecido del silencio,
la piel de la memoria
roza tu nombre,
y el aire de esa inquietud
agita la borra del recuerdo;
soledad deshilachada,
danza ingrávida del abandono
que amortigua el deseo
de imaginar.
Anochece sin contornos
sobre la estéril arrogancia
del mundo.
Juan Massana en "Huésped de tu voz"
lunes, 9 de abril de 2012
Respuesta
Un comentarista anónimo hacía referencia (en la entrada anterior) a esta pieza musical que E. Vila-Matas refiere en su libro de relatos "Chet Baker piensa en su arte".
Además yo tengo una fotografía con Bela Lugosi. Fue en octubre del 2010, en el museo del cine de Turín. Besos hasta allí.
Bela Lugosi (y yo, su sombra)
Y ya mismo me pongo a leerlo.
Monalisa
sábado, 7 de abril de 2012
Primeras frases
Librería "Salexyz" en Maastricht
Hace
unos días, releyendo el volumen “Aunque no entendamos nada” de E. Vila-Matas,
leí el relato “Primeras frases” que podéis leer entero aquí.
La
verdad es que me atrapó y he estado dándole vueltas durante unos días. He
mirado en algunos de mis libros buscando las primeras frases. Os pongo aquí
algunas de las que he seleccionado por distintos motivos. Unas porque son
muy poéticas, otras dan mucho quepensar, otras evocan muchos recuerdos, algunas
porque son muy curiosas e incluso divertidas… Y algunas porque son ineludibles.
Aunque
seguro que cada uno de vosotros
elegiríais otras diferentes. Admito todas las sugerencias.
Y
es muy curioso observar como estas “primeras frases” encierran el espíritu de
todo el libro.
Gabriel
García Márquez en “Cien años de soledad” (era ineludible):
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo."
Albert Camus en "El extranjero":
"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé."
Marguerite Yourcenar en
“Alexis o el tratado del inútil combate”:
“Esta
carta, amiga mía, será muy larga.”
Paul Auster en “Sunset Park ”:
“Durante
casi un año ya, viene tomando fotografías de casas abandonadas.”
Don
De Lillo en “Fascinación”:
“Aquí
no hallarás gente corriente.”
Julio Cortázar en "Rayuela":
"¿Encontraría a La Maga?"
Antonio
Lobo Antunes en “El archipiélago del insomnio”:
“¿De
dónde me vendrá la impresión de que la casa, aunque está igual, le falta casi
todo?”
Octavio
Paz en “La llama doble”:
“¿Cuándo
se comienza a escribir un libro?”
Irène
Némirovsky en “Suite Francesa”
“Caliente,
pensaban los parisinos.”
Samuel
Beckett en “Murphy”:
“El
sol brillaba, no teniendo otra alternativa, sobre lo nada nuevo.”
Javier
Marías en “Tu rostro mañana. I – Fiebre y lanza”:
“No
debería uno contar nunca nada.”
Charles
Bukowski en “La senda del perdedor”:
“La
primera cosa que recuerdo es estar debajo de algo”.
William
Faulkner en “De esta tierra y más allá”:
“No
sé qué éramos.”
Roberto
Bolaño en su relato titulado “Enrique Martín”, dedicado a Vila-Matas,
precisamente:
“Un
poeta lo puede soportar todo.”
Leopoldo
Alas “Clarín” en “La Regenta”:
“La
heroica ciudad dormía la siesta.”
Gabriel
García Márquez en “El amor en los tiempos del cólera”:
“Era
inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de
los amores contrariados.”
Maguerite
Duras en “Emily L.”:
“Empezó
con el miedo.”
Henry
Miller en “Trópico de capricornio”:
“Una
vez que entregas el alma, lo demás sigue con absoluta certeza, aun en pleno
caos.”
Fernando
Pessoa en “Libro del desasosiego” (aunque no sé muy bien dónde comienza):
“Nací
en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes habían perdido la creencia en
Dios,…”
Antonio
Tabucchi en “Sostiene Perreira” (a modo de homenaje):
“Sostiene
Pereira que lo conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega,
soleada y aireada, y Lisboa resplandecía.”
También de Tabucchi, en "El tiempo envejece deprisa"
El primer relato titulado "El círculo.":
"Le pregunté sobre aquellos tiempos en que éramos aún tan jóvenes, ingenuos, entusiastas, tontos, inexpertos. Algo de eso ha quedado, excepto la juventud, respondió."
Philippe
Claudel en “Almas grises”:
“No
sé muy bien por dónde empezar.”
Carson
McCullers en “El corazón es un cazador solitario”:
“En
la ciudad había dos mudos, y siempre estaban juntos.”
Mark
Twain en “Diario de Adán y Eva”:
“LUNES
Esta
nueva criatura de pelo largo me está estorbando mucho. Está siempre rondando y
siguiéndome por ahí.”
Librería "Lello" en Oporto
El
colmo sería componer un poema (o más) con ellas. Es lo que hubiera hecho
Raymond Queneau.
Pero
he encontrado un final… del propio Vila-Matas (uno de mis locos favoritos), en
el libro “Suicidios ejemplares”:
“PERO NO HAGAMOS YA MÁS
LITERATURA
Pero no hagamos ya más
literatura. Por este mismo correo (o mañana) te envío, certificado, mi cuaderno
de versos, que guardarás, y del que podrás disponer para cualquier fin como si
fueras yo mismo (…) Adiós. Si mañana no consigo la estricnina en dosis suficientes,
me arrojaré al metro… No te enfades conmigo.
MARIO DE SÀ-CARNEIRO (en
carta a Pessoa del 31-3-1916)”.
Y
a mí, particularmente, me gustan mucho los libros que comienzan con frases
memorables de otros autores. Esta práctica es muy habitual en autores como
Bolaño, José María Álvarez, el propio Vila-Matas…
(quizás
para otro día)
(Para otro día, también, [quién sabe...] las últimas frases. Que también las hay.
Librería "El Ateneo" en Benos Aires
Las fotografías las he sacado de Internet y corresponden a las tres librerías catalogadas como las más bellas del mundo (en ese orden). Mi objetivo: visitralas las tres. Estoy tan acostumbrada a no cumplir mis objetivos...
** Esta tarde habrá un crepúsculo monumental.
Monalisa
viernes, 6 de abril de 2012
a quien corresponda
(…)
“Esto debe ser la soledad, de la que tanto
hemos hablado y leído sin llegar a intuir siquiera cuáles eran sus dimensiones
morales. Bueno, pues la soledad era esto: encontrarte de súbito en el mundo
como si acabaras de llegar de otro planeta del que no sabes por qué has sido
expulsada."
(…)
"La soledad es una amputación no visible, pero tan eficaz como si
te arrancaran la vista y el oído y así, aislada de todas las sensaciones
exteriores, de todos los puntos de referencia, y sólo en el tacto y la memoria,
tuvieras que reconstruir el mundo que has de habitar y que te habita. ¿Qué había
en esto de literario, qué había de divertido? ¿Por qué nos gustaba tanto?"
(…)
"- Todos vivimos en un infierno, Elena, todos,
pero no le pasamos la factura a nadie ¿Sabes por qué? Porque cada uno de
nosotros elige su propio infierno, aquél en el que se encuentra más cómodo. (…)
Lo que te ocurre a ti es que todavía ignoras en qué infierno quieres vivir. Averígualo,
date el tiempo que necesites y cuando lo sepas dímelo. Creo que podré pagártelo
por caro que resulte.”
(…)
“La realización de cuestiones de orden práctico
puede justificar toda una vida, así de odiosas son.”
(…)
“Nunca terminamos de hacernos; estos días tengo
la sensación de estar frente a mí como un escultor frente a una roca de la que
ha de eliminar todo cuanto no sea substancial.”
(…)
“El futuro es un bulto que ha empezado a crecer
en alguna parte de mí y al que alimentaré como a un hijo. Se trata de que al
final haya merecido la pena haber vivido.”
(…)
“Creo que se trata de un texto liberador, pero
triste, como si no pudera darse una cosa sin la otra”.
(…)
"De súbito el sol se ha colocado de tal modo que no me deja ver. Por el ventanal entra una luz cegadora y blanca como la del cuarto de baño de un hotel. En medio de esa luz, muy pronto, irá corporeizándose una forma oscura y bella como la del diablo, pero apacible y dulce como la de la divinidad."
Fin
Juan José Millás en "La soledad era esto"
martes, 3 de abril de 2012
lenguaje
Hoy hubiera cumplido 90 años el Poeta José Hierro. Desde aquí este sencillo recuerdo a quien respiró de palabras y supo entender que hay otros lenguajes.
Quisiera que tú me entendieras a mí sin palabras.
Sin palabras hablarte, lo mismo que se habla mi gente.
Que tú me entendieras a mí sin palabras
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte,
hace ya mucho tiempo aprendí hondas razones que tú no comprendes.
Revelarlas quisiera, poniendo en mis ojos el sol invisible,
la pasión con que dora la tierra sus frutos calientes.
Me preguntas, amigo, y no sé qué respuesta he de darte.
Siento arder una loca alegría en la luz que me envuelve.
Yo quisiera que tú la sintieras también inundándote el alma,
yo quisiera que a ti, en lo más hondo, también te quemase y te hiriese.
Criatura también de alegría quisiera que fueras,
criatura que llega por fin a vencer la tristeza y la muerte.
Si ahora yo te dijera que había que andar por ciudades perdidas
y llorar en sus calles oscuras sintiéndote débil,
y cantar bajo un árbol de estío tus sueños oscuros,
y sentirte hecho de aire y de nube u de hierba muy verde...
Si ahora yo te dijera
que es tu vida esa roca en que rompe la ola,
la flor misma que vibra y se llena de azul bajo el claro nordeste,
aquel hombre que va por el camino nocturno llevando una antorcha,
aquel niño que azota la mar con su mano inocente...
Si yo te dijera estas cosas, amigo,
¿qué fuego pondría en mi boca, que hierro candente,
qué olores, colores, sabores, contactos, sonidos?
Y ¿cómo saber si me entiendes?
¿Cómo entrar en tu alma rompiendo sus hielos?
¿Cómo hacerte sentir para siempre vencida la muerte?
¿Cómo ahondar en tu invierno, llevar a tu noche la luna,
poner en tu oscura tristeza la lumbre celeste?
Sin palabras, amigo; tendría que ser sin palabras
como tú me entendieses.
José Hierro
(Recuerdo, también, de una tarde en ésta: mi casa, su casa.)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)