Seguidores

jueves, 19 de febrero de 2015

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR



Miguel Munárriz nos recuerda hoy estos versos de Cernuda que nunca puedo leer sin escalofrío.
Así que no he podido resistirme a ponerlos aquí una vez más.


Auguste Rodin. Eternal Idol



Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera.
Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda




lunes, 9 de febrero de 2015

tal vez esperanza






Allá donde el gris y el verde
se atraen
y donde se detestan
con ferocidad

Donde el punto se convierte
en formas indescifrables
y la tercera dimensión
semilla de mi llamado
es donde nace la rabia, el llanto
el frío la soledad y la impotencia

Y quizás alguna vez
un alevoso rayo de esperanza.

Monalisa