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lunes, 27 de marzo de 2017

Ganarás la luz





No en la primera sino en la última página
de la crónica es donde está escrito el nombre
verdadero del héroe; y no al comenzar sino
al acabar la jornada, es cuando acaso pueda
decir el hombre cómo se llama.

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Filósofos,
para alumbrarnos, nosotros los poetas
quemamos hace tiempo
el azúcar de las viejas canciones con un poco de ron.
Y aún andamos colgados de la sombra.
Oíd,
gritan desde la torre sin vanos de la frente.
¿Quién soy yo?
¿Me he escapado de un sueño
o navego hacia un sueño?
¿Huí de la casa del Rey
o busco la casa del Rey?
¿Soy el príncipe esperado
o el príncipe muerto?
¿Se enrolla
o se desenrolla el film?
Este túnel
¿me trae o me lleva?
¿Me aguardan los gusanos
o los ángeles?
Mi vida está en el aire dando vueltas.
¡Miradla, filósofos, como una moneda que decide! ¿Cara o cruz?
¿Quién quiere decirme quién soy?
¿Oísteis?
Es la nueva canción,
y la vieja canción
¡Nuestra pobre canción!
¿Quién soy yo? ... ¿Águila o sol? ...
- Mirad. Perdí... Filósofos, perdí.
Yo no soy nadie.
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
y una gota de asfalto en la retina.
Yo no soy nadie.
Y no obstante, estas manos, mis antenas de hormiga,
han ayudado a clavar la lanza en el costado del mundo
y detrás de la lupa de la luna hay un ojo que me ve como a un microbio royendo el corazón de la Tierra.
Tengo ya cien mil años y hasta ahora no he encontrado otro mástil de más fuste que el silencio y la sombra donde colgar mi orgullo;
tengo ya cien mil años y mi nombre en el cielo se escribe con lápiz.
El agua, por ejemplo, es más noble que yo.
Por eso las estrellas duermen en el mar
y mi frente romántica es áspera y opaca.
Detrás de mi frente -filósofos, escuchad ésto bien-,
detrás de mi frente hay un viejo dragón:
el sapo negro que saltó de la primera charca del mundo
y está aquí, aquí, aquí
agazapado en mis sesos,
sin dejarme ver el Amor y la Justicia.
Yo no soy nadie, nadie.
Un hombre con un grito de estopa en la garganta
y una gota de asfalto en la retina... yo no soy nadie, filósofos...
y éste es el sólo parentesco que tengo con vosotros.

León Felipe en "Ganarás la Luz", de us Obras Completas. Ed Visor de Poesía