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sábado, 5 de agosto de 2017

Uno más




Aquí tienes mi mano, la que se levantó
de la tierra, colmada como espiga en agosto.
Aquí están mis sentidos
de red afortunada,
mi corazón, lugar de las hogueras,
y mi cuerpo que siempre me acompaña.

He venido, feliz como los ríos,
cantando bajo un cielo de sauces y de álamos
hasta este mar de amor hermoso y grande.

Yo ya no espero, vivo.

Rosario Castellanos